En 2016, el diputado por el Frente Renovador Ricardo Lissalde presentó un proyecto de Ley para la creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales bonaerense. A diferencia de las principales provincias productoras, Buenos Aires no contaba con una entidad que contenga a los profesionales agrónomos.
Tras un prolongado debate, la iniciativa fue aprobada el pasado mes de abril. Superada esta instancia, los profesionales aguardan a que la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, los habilite para iniciar sus actividades.
“Nos falta la firma del decreto que da origen al llamado a la asamblea constitutiva del Colegio”, reconoció el ingeniero agrónomo Edgardo Herrera, uno de los referentes de estos profesionales que durante mucho tiempo buscaron su espacio propio.
El profesional reconoció que en el ámbito bonaerense se contabilizan unos 15.000 ingenieros agrónomos, que esperan el inicio de actividades del Colegio. “Creemos que hay muchas cosas que se dejan de lado y que sufrimos las consecuencias. Hay responsabilidades que no se asumen porque no tenemos la chapa para asumir, como el tema de agroquímicos”, reconoció.