Es momento de balance para el sector agroindustrial argentino, de cara al cierre de un año por demás complejo. Más allá de los anuncios de producción récord  en granos y la apertura de exportaciones bovinas, uno de los temas que más preocupan en la elevada presión impositiva sobre la producción.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, esta situación se reflejó un Presupuesto que contempla un incremento del 38% en el impuesto Inmobiliario Rural y la disminución de Ingresos Brutos para la actividad primaria 1,5 al 0,75%. La dirigencia gremial bonaerense está desconforme con estas medidas y si bien intentó reducir el porcentaje en la suba del Inmobiliario Rural, no logró su objetivo.

Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa  (CARBAP), su presidente  Matías de Velazco dejó bien clara la postura de la entidad. En este sentido, sostuvo en declaraciones a Télam que  la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal "debería tener gestos hacia el campo".

Para el directivo, "nos quedamos con un gusto a poco con el presupuesto 2019, el gobierno podría haberse esforzado un poco más, la gobernadora Vidal debería mirar un poco más a la producción, no la tiene en cuenta ", afirmó y agregó que  "con el presupuesto que aprobó la Legislatura bonaerense nos veremos en dificultades".

Pero esta situación no solo se vive en el ámbito de la provincia de Buenos Aires. En el marco del tradicional cierre de año que organizan las cadenas de los cuatro cultivos más importantes del país, también hubo un llamado de atención para el Gobierno nacional en materia de presión tributaria.

Los representantes de las producciones de soja, maíz, trigo y girasol destacaron lo que a su entender fueron los avances logrados por el oficialismo en la Cumbre del G20, pero advirtieron sobre la presión impositiva para la cadena agroindustrial. “Los elevados costos internos dejan a la Argentina en desventaja frente a otros países” señaló Alberto Morelli, presidente de Maizar y encargado del discurso en representación de las cuatro cadenas.

En este sentido, el directivo también sostuvo que  “los impuestos, la evasión impositiva, la inflación y los vaivenes en el tipo de cambio también dañan la competitividad”. Y agregó que “entendemos y compartimos la necesidad de equilibrar las cuentas del Estado, pero el costo impositivo que hoy tenemos es sofocante y no es sostenible”.