El mes de junio comenzó con una noticia que sacudió el negocio ganadero a nivel mundial: el anuncio de un caso de enfermedad de vaca loca atípica en Brasil. Las autoridades del vecino confirmaron esta situación en el estado de San Pablo, aunque precisaron que no hay riesgo para la población y que ya notificó a la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) y a los países importadores.
La res detectada con encefalopatía espongiforme bovina (EEB) -nombre científico de la enfermedad- tenía 17 años y fue sacrificada e incinerada en el propio matadero, de acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Agricultura y Pecuaria de Brasil.
Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) negaron que en Argentina se registren casos de esta enfermedad. El organismo sanitario mantiene las medidas de control en las importaciones de mercancías consideradas de riesgo, para evitar el ingreso de esta enfermedad que nunca se registró en la Argentina.
El país ejecuta desde hace más de 25 años la vigilancia epidemiológica para detección temprana y controles para la prevención de ingreso, reciclado y amplificación de agentes que producen las enfermedades espongiformes transmisibles: EEB y Scrapie. Esto se basa en las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que se actualizan de acuerdo con los cambios en la presencia de esta enfermedad a nivel mundial y los nuevos conocimientos, informó SENASA.