En la previa de la reunión de la Mesa de las Carnes con el presidente Macri la próxima semana, uno de los temas excluyentes es la implementación del Remito Electrónico Cárnico (REC), que preocupa al sector vinculado al consumo. El presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Leonardo Rafael, expresó que desde la entidad sienten “malestar, porque quedamos en medio de un gris, con una disparidad impositiva que nos compromete”.
En este sentido, el directivo explicó que “la hacienda se compra en blanco y se factura en su totalidad, el problema que tenemos es que nos encontramos es que el carnicero no aparece y el poco que está inscripto no quiere la facturación”.
Esta situación constituye un auténtico cuello de botella al momento de agilizar la transparencia comercial en el sector del consumo. “Nos hacen responsables de un eslabón que no se pudo blanquear y nos culpan a nosotros, cuando es algo que le corresponde al Estado”, remarcó Rafael.
Desde CAMyA detallaron que no tienen problema en trabajar con el REC, siempre y cuando las reglas sean claras. “Queremos que nos prorroguen el remito, a partir de octubre de 2019. También tenemos un problema con ARBA, pedimos reunión y no tuvimos repuesta, es el momento porque hay un malestar que la sociedad lo marcó en las urnas y nosotros somos parte del consumo”.