La altura del río Paraná perforó el metro de altura en Rosario y se anticipa que la bajante "seguirá acentuándose por casi un mes", con el consiguiente impacto en la logística de exportación de granos y subproductos. El actual nivel del río a la altura de las terminales portuarias rosarinas hace que los barcos de gran calado que se apostan en sus muelles, deban cargar, en promedio, de un 10% a un 12% menos del volumen máximo que podrían transportar en sus bodegas.
Ante esta situación, fuentes de la Cancillería argentina confirmaron que el Gobierno está en contacto permanente con Brasil y con Paraguay, y este fin de semana una comisión de técnicos se reunirá para analizar la situación en general y el monitoreo de la represa hidroeléctrica Itaipú, en virtud del tratado tripartito, y su eventual relación con la bajante del Paraná.
El gerente de la Cámara de Actividades Marítimas y Portuaria (Capym), Guillermo Wade, informó que la altura "perforó el metro de altura" en Rosario y la bajante "seguirá acentuándose por casi un mes" según las previsiones de los especialistas en hidrología. Wade resaltó que esta situación, que pone presión y ralentiza la logística exportadora argentina, puede en consecuencia agravar el impacto económico en los próximos días.
El descenso histórico en el nivel del río Paraná tiene "un singular impacto en la logística de exportación" de granos y subproductos, advirtió recientemente un análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). A esta situación se suma también la posibilidad de varaduras, las demoras de entre 10 y 15 días en la llegada de las barcazas proveniente de Paraguay con soja, posibles demoras en la carga de aceite de la oleaginosa, y retrasos también en el ritmo de exportación de harina de soja.
Otro impacto sería una "posible ralentización del programa de embarques de maíz en abril y mayo, lo cual podría generar problemas de saturación en la capacidad de almacenaje del grano dentro de los puertos", señaló la BCR.