Nuestro país ovino está dividido en dos a partir de la barrera sanitaria pero también por las condiciones climáticas. En Patagonia, cierta hostilidad climática y el último recurso productivo, que es la oveja, supedita a su desarrollo con ese enfoque en campos extensivos y cantidades de animales que no bajan de las 4 cifras.
En cambio, hacia el norte de la barrera sanitaria, son pocos los criadores que hablan de miles de animales en sus establecimientos. Ahí es donde nos vamos a enfocar en este micro.
En 9 de Julio, noroeste de la provincia de Buenos Aires, está el Establecimiento Los Pajonales con su titular, Jorge Masi Elizalde, un productor agropecuario con sangre agropecuaria muy conocida en la zona y trayectoria en CRA, CARBAP y hasta Mesa Ovina Nacional, entre otras de sus participaciones en entidades vinculadas al campo.
Allí, Jorge, actualmente siembra y cosecha, cría vacunos y se animó a un desafío que dio interesantes frutos desde las experiencias adquiridas, hasta los réditos económicos que, a medida que supera el desafío inicial propuesto, se hace más amplio e interesante, lo cual permite reinvertir, no solo en la incorporación de más animales, sino en tecnologías para su optimización.
Planteada la situación, resta dar play para conocer, en primera persona, cómo es el camino para llegar a las 1.000 madres.
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Javi Lauria