La bajante del río Paraná, la mayor en los últimos 50 años, generó pérdidas por US$ 243,9 millones durante el primer cuatrimestre del año, debido a la imposibilidad que tienen los buques de poder cargar en los puertos del Gran Rosario y los problemas que ello conlleva. El dato surge de un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en donde advirtieron que “semana a semana, la bajante del Paraná continúa agravándose por el déficit de lluvias hacia el norte de Argentina y en Brasil y se espera que la situación empeore en el corto plazo”.
La bajante alcanzó en los últimos un mínimo de 0,40 metros en el Puerto de Rosario, por lo que el complejo oleaginoso tendrá “un costo asociado de US$ 243 millones en el primer cuatrimestre de 2020, al resentir la navegación y carga máxima de los buques y barcazas en las terminales portuarias del Gran Rosario, epicentro de la agroindustria argentina”.
En detalle, el relevamiento destacó que US$ 91,2 millones se pierden por el costo de los busques que deben completar su capacidad máxima de carga en otro puerto o a través de otra barcaza. Las demoras de los buques, debido al poco caudal del río, genera una pérdida de US$ 13,7 millones, junto a mayores costos de transporte, unos US$ 25,2 millones y logísticos en la mercadería que baja por barcazas desde Paraguay, Brasil y Bolivia.
A esto se le asocia un “castigo” al precio de aceite de soja, justamente por estos problemas, que redunda en una pérdida de $ 86,4 millones, a lo que se le suman otros US$ 27,4 millones por la ralentización de los embarques de maíz, por la saturación en la capacidad de almacenaje.